Un café con leche
- Escritora MC
- 4 feb 2024
- 2 Min. de lectura
Dejame que te cuente, amor, por qué siempre te toca a vos ser el que prepara el desayuno. Obviemos la parte de que me gusta demasiado dormir... la merienda también te toca a vos y yo ya estoy despierta, así que el motivo es evidentemente otro.
La gente repite todo el tiempo que el amor no está en la palabra sino en las acciones, y coincido, aunque tu amor en palabras tampoco me falta, como no me faltan tus abrazos ni tus besos. Pero hay algo en vos completamente distinto.
Una tarde, hace un tiempo ya, hacía mucho frío. Yo estaba enojada: la vida nos había golpeado una vez ya, muy fuerte y ahora, otra vez, nos ponía a prueba haciéndonos batallar contra los imbéciles más grandes de la humanidad. Sentía que el mundo se desmoronaba e, injustamente, atravesada por el mal humor y la impotencia, me enojé con vos. En silencio, escribía sin parar para sacarme de encima la frustración. Vos te acercaste y me preguntaste si quería tomar algo. Ni siquiera levanté la mirada y te respondí de mala manera: "No sé, cualquier cosa, me da igual".
Te alejaste. Yo escuché cómo, también en silencio, respetando mi dolor y completamente desencajado por mi enojo, pusiste la pava y empezaste a preparar la merienda. Me llamaste cuando estuvo lista. Me acerqué a la barra a buscar mi taza. Te pregunté cuál de las dos era la mía. No me miraste vos a mí cuando, de la forma más dulce que te escuché hablarme en la vida, me respondiste: "La de la derecha, siempre preparo lo tuyo primero". Fue un cachetazo. Se me caían las lágrimas.
Tu amor está en todas partes. Tu amor está en cada café con leche que preparás primero para mí. Es un detalle pequeñísimo, pero es tan pequeño que hace que entienda que tu amor es tan grande que llega hasta esos rincones, donde nadie lo ve. Yo lo veo. Está ahí y en mil detalles más que descubrí a partir de ese día. Y espero que lo hayas notado al menos alguna vez pero, desde ese día frío, ya no me enojo con vos.
Transitamos un camino que me encantaría no tener que andar. Pero lo hacemos juntos, codo a codo, acompañándonos, sosteniéndonos, teniéndonos el uno al otro. Eso es impagable. Te agradezco que seas mi compañero en la vida. Te agradezco que seas el padre de los amores de mi vida. Te agradezco que no te canses, que no te des por vencido, que batalles conmigo, que no me dejes sola en la pelea. Te agradezco.
Te amo, te admiro, te necesito, te respeto... tu amor está siempre en la taza de la derecha.
Hermoso y muy emocionante!
Inetiblamente me llega al Alma hasta emocionarme de manera inexplicable...
Gracias Gracias Gracias
🤍
🥹💗